El mar de Marruecos
El océano Atlántico y el mar Mediterráneo
La costa mediterránea de Marruecos se extiende a lo largo de casi 500 km, desde el enclave español de Ceuta hasta Saïdia, en la frontera argelina. Gran parte de ella se halla a la sombra de la montaña del Rif, que restringe el acceso al mar a muy pocos punteros. A pesar de una serie de proyectos turísticos paralizados a lo largo de la costa. Al este del Rif se encuentra Oujda, una agradable y relajada ciudad a un día de viaje del pintoresco desfiladero de Zegzel, y hay otros desfiladeros que cortan el Atlas Medio, cerca del antaño importante centro comercial de Taza. Entre Alhucemas y Oujda se encuentra el enclave español de Melilla, una atractiva ciudad que ofrece una auténtica muestra de la vida española; las dunas y lagunas que se extienden alrededor de la cercana Nador se cuentan entre los lugares más ricos en observación de aves de Marruecos.
Marruecos cuenta con kilómetros y kilómetros de playas de arena en su costa atlántica. Estas playas de Marruecos están perfectamente preparadas para los aficionados a los deportes acuáticos, pero no son las playas de cócteles y tumbonas que algunos adoradores del sol estarían esperando.
Las grandes olas atlánticas son ideales para practicar surf y bodyboard, algo que encantará a adultos y niños mayores. Camellos, caballos y quads están disponibles en las playas más populares, donde los niños (o adultos) pueden disfrutar de un corto paseo. Se pueden alquilar tumbonas y sombrillas, y algunas playas cuentan también con un pequeño café, pero las instalaciones varían de un lugar a otro.
Las playas son divertidas para observar a la gente y jugar con las olas, y a los niños les encantará construir castillos de arena. Sin embargo, el oleaje del Atlántico puede ser bastante agitado, por lo que es más bien una búsqueda para nadadores con confianza. Si va a pasar más tiempo en Marruecos, le recomendamos que se aloje en algún lugar con piscina para poder disfrutar del ambiente playero y las olas rompientes, pero luego relajarse en un entorno de piscina más limpio y seguro, donde podrá descansar en bañador sin temor a enseñar demasiada carne en la playa.